Carmelo Mercado en la clínica Pathway to Health en Indianapolis, Indiana. Autor de la foto: Samuel Girven

June 29, 2022

Una experiencia inolvidable

“Se le acercó mucha gente que traía consigo cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos veían. Y glorificaban al Dios de Israel” (Mateo 15:30-31).

En los años que he trabajado como ministro del evangelio, una de las experiencias más inolvidables para mí ha sido, sin duda alguna, participar en el ministerio llamado Pathway to Health. Este ministerio ofrece una gran variedad de servicios sociales en forma gratuita y tiene el apoyo de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día. Ofrece  también ayuda médica, por ejemplo, ayuda dental, de la vista y terapias diversas. Este gran evento se llevó a cabo del domingo 16 de abril hasta el miércoles 20 de abril de este año. Gracias a Dios más de 2.000 personas ofrecieron sus recursos y dieron su tiempo para ayudar a más de 4.000 personas. 

Este evento me hace recordar el relato bíblico en el que nuestro Señor Jesús visitó un lugar donde los habitantes eran mayormente gentiles. Lo que me encanta de este relato son las palabras siguientes: “la multitud se maravillaba al ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos andaban y los ciegos veían. Y glorificaban al Dios de Israel¨. Trato de imaginar lo que sentían aquellas personas al ver cómo sanaba Jesús las distintas enfermedades, y cómo estas personas no judías ¨glorificaban al Dios de Israel¨. En otras palabras todos estaban sumamente agradecidos. 

El primer día del evento me encontré con un caballero musulmán que había ido por problemas en la dentadura. Ese día había llegado tanta gente que no fue posible atenderlo. Tuvimos que pedirle que viniera el día siguiente a las 6:00 de la mañana para poder ser atendido. El señor musulmán se veía desesperado. Me dijo que tenía que trabajar pues en su empleo no le darían permiso para volver al día siguiente. Al ver su reacción le recomendé que le mostrara el volante de Pathway to Health a su supervisor y que le explicara que el evento no se repetiría y que realmente estaba necesitado del servicio de un dentista. Luego oré con él pidiéndole a Dios que le diera compasión a su supervisor. Al día siguiente me dio mucho gusto ver a este hombre reclinado en la silla de examen listo para recibir su tratamiento. Al conversar más tarde con él me explicó que el dentista que lo atendió le dijo que había resultado mejor que volviese la mañana siguiente pues el tratamiento que necesitaba requería más tiempo del que disponían la noche anterior. Le respondí: ¨Praise God!¨, y él contestó: “I am so thankful for Pathway to Health!” 

No tengo duda alguna que muchos, tanto voluntarios como pacientes, se fueron sumamente agradecidos. Durante los cuatro días que se realizó Pathway to Health la Iglesia Adventista hizo um impacto visible en la ciudad de Indianapolis. Muchas personas se fueron sonrientes. Mi pedido es que la semilla que se sembró durante esos cuatro días dé fruto y muchas almas entreguen sus vidas a Cristo y se unan al pueblo remanente. P 

 

Carmelo Mercado es el vicepresidente de la Unión del Lago